Burn After Reading

Hoy fui a ver la última peli de los hermanos Coen "Burn After Reading", la que supone su segundo largometraje en lo que va de año, tras la premiada y aclamada "No Country For Old Men"

Ya hacía un tiempito que no iba al cine, y la verdad es que tras ver la clase de trailers promocionales con los que fui obsequiado("Santos" una cosa rara con el reclamo de las tetas de la Pataky; "Sexykiller" sobre una asesina "..con la mente de Hannibal Lecter y el fondo de armario de Paris Hilton.." como suena... ; "La Conspiración del Pánico", quizá lo único un poco salvable, acción típica de toda la vida;"Los años desnudos(Clasificada S)", otra nueva oportunidad para preguntarse si los productores de cine español no se cansan de regodearse en sus típicos y manidos tópicos), uno a veces se pregunta si ya no se hacen películas no ofensivas o alienantes para mi castigado cerebro.

En cualquier caso, salí del cine con una sonrisa en la cara. La película es una gran comedia, y al igual que "No Country For Old Men" daba la réplica a "Fargo" en cuanto a películas violentas, en este caso se tiene respuesta para otra de las clásicas coenianas, en este caso en clave de humor, como era "El Gran Lebowsky". En una de las constantes en el cine de estos señores, volvemos a encontrarnos con los personajes lerdos, patéticos e ignorantes, a veces, por desgracia, también demasiado presentes en nuestro día a día, que aparecían en sus otros filmes. El reparto con el que cuentan para dar vida a este bizarro conjunto de elementos, está a un nivel tremendamente elevado. Desde Brad Pitt en uno de esos papeles gilipollescos con los que de vez en cuando sorprende gratamente(recuerdo el que tenía en "Snatch"), pasando por el correcto y versátil Clooney o la oscarizada Tilda Swinton, hasta el gran John Malkovich o la habitual de los Coen(no en vano, Joel es su marido) Frances McDormand.

El filme, con un argumento un tanto disparatado, en el que el retiro de un empleado de la CIA, dará lugar a situaciones de lo más cómico, no deja de lado el humor ácido y cínico, también bastante habitual en las películas de los Coen ni los diálogos de gran calidad, y a veces produce cierta sensación de desasosiego, provocada por el pensamiento de si habrá en la realidad tanta gente tan estupida como se refleja en ciertos momentos, pero en fin, paranoias aparte, es de agradecer que haya películas que supongan cierto alimento intelectual y no un triste sedante